Bajos Instintos (1992), dirigida por Paul Verhoeven, es un thriller erótico y psicológico protagonizado por Michael Douglas y Sharon Stone. La película sigue a Nick Curran (Douglas), un detective de homicidios en San Francisco que investiga el brutal asesinato de una estrella de rock. Todas las pistas lo llevan a Catherine Tramell (Stone), una escritora de novelas de misterio y principal sospechosa, conocida por escribir sobre crímenes que luego ocurren en la vida real.
Catherine es una mujer fascinante, inteligente y manipuladora, y pronto establece un juego psicológico con Nick. Mientras él intenta resolver el caso, se ve envuelto en una peligrosa relación con Catherine, quien lo seduce y juega con su mente. A medida que la atracción entre ambos crece, también aumentan las dudas de Nick sobre su culpabilidad y su propia estabilidad emocional.
La película es conocida por sus escenas cargadas de tensión sexual, en especial la icónica escena del interrogatorio de Catherine. Bajos Instintos explora temas de deseo, manipulación y poder, manteniendo a los espectadores al borde de la incertidumbre hasta el último momento.